¿Donde colocamos los equipos en nuestras salas de reuniones?
Pantalla Samsung 55″ con cámara Cisco Rooms
Todos sabemos que hay ocasiones en las que una charla es más rápida y efectiva que una conversación por correo o mensajes de texto, y una conversación en persona es mas efectiva que una llamada telefónica, incluso mas aun luego de la pandemia del COVID-19 durante la que reunirse era un asunto de riesgo para nosotros y para nuestros invitados, mediante la cual las plataformas de videoconferencias movieron fichas mejorando la calidad y optimización de las transmisiones de audio y video, como puede ser Google Meet, Microsoft Teams o Zoom, pero a pesar de ello siempre requerimos de un mínimo de equipos adicionales, de los cuales profundizaremos más en este artículo.
Hay solo dos grandes grupos que son “traes tu cámara a la sala” y “conectas tu equipo a la cámara de la sala”
La gran mayoría cuenta con notebooks que sí, todas traen cámara y micrófono, pero la calidad de ellas deja mucho que desear en cuanto a calidad de imagen y supresión de ruidos además que debido a la posición que tiene la cámara, directamente en el borde superior de la pantalla y ser mas un adicional de compensación, nos da una baja resolución de grabación y algunas veces un mal enfoque de la imagen, quedando nosotros borrosos o muy pixelados en las pantallas de los demás, y si a eso le sumas que te acompañan mas personas en la misma mesa, la abertura de la cámara no permite que todos sean participes de la reunión como tal, daría un efecto de ser un fantasma en la misma siendo lo más común escuchar un, estas ahí?, nos ves?…
Para estos casos hay muchas alternativas que se dividen en dos grandes grupos que son “traes tu cámara a la sala” y “conectas tu equipo a la cámara de la sala”, el primer grupo se enfoca en mejorar la calidad de la cámara incluida en la notebook, pasando de unos pequeños 480P a los normales 1080P de resolución y suelen venir con una montura que se acopla a la parte superior de la pantalla y se conectan por USB a la notebook logrando un cambio drástico en la calidad con la que nos ven los participantes del otro extremo de la reunión, que si uno se encuentra solo frente a la pantalla es el mejor grupo a elegir. Por otro lado, en el segundo grupo se encuentran cámaras mucho más grandes que también se conectan por USB a la notebook y permiten utilizar lentes de enfoque y zoom mecánicos, barras de sonido embebidas, micrófonos mucho mas robustos y hasta seguimiento del hablante.
En este segundo grupo lo normal es que la sala cuente con una mesa, una pantalla de proyección (que puede ser TV o proyector montado en techo), sistema de audio que puede estar integrado en la cámara y la cámara misma, como todo esto esta fijo, suelen estar montados en una de las paredes, teniendo uno que solamente llevar su notebook y su presencia para armar la reunión.
El punto crítico en este grupo son las alturas, para tener una vista optima tanto de los participantes remotos como de los locales, el foco mínimo de la cámara debe coincidir con el extremo de la mesa mas cercano a la cámara para dar una impresión de que la mesa continúa a través de la pantalla, y debido a esto también la cámara debería estar ubicada por debajo de la pantalla dando la misma sensación de continuidad en nuestro lado de la reunión, y sobre todo hay que evitar siempre que se pueda, la cámara pegada al techo, nos da una sensación de ser unos espectros que están participando por medio de una proyección astral, lo que nos desconecta del sentido de pertenencia de ese momento e interrumpe la cercanía que debería darnos la videoconferencia. La altura general de los equipos siempre ira de la mano con la altura de la mesa en la sala, es ella quien define que tan alto o bajo quedaran los equipos instalados y es alrededor de ella que debemos acomodar los parlantes y micrófonos que son parte esencial del conjunto